Asumimos la cultura Digital como la facultad humana y social de interactuar con ecosistemas vitales a través de la tecnología educativo. Ella posibilita ambientes creativos y recreativos, innovadores y emprendedores, empodera, articula e interrelaciona a los seres humanos para la transformación social mediante la gestión permanente del conocimiento. La cultura digital sirve para liderar el cambio social a través de redes digitales.

La entendemos y la asumimos como una actitud constante en la generación de valor social por medio de nuevas ideas y tecnología. La innovación crea bienestar, transforma la realidad, genera creatividad, traspasa barreras, asume riesgos, procura el beneficio social y gestiona recursos para posibilitar mayor equidad en los individuos. La innovación hace posible la transformación social y económica de las comunidades a través de la implementación de la praxis educativa que permite asociar, cuestionar, observar, experimentar en red con el fin de generar mejores practicas.

Lo asumimos como una actitud permanente de servicio eficiente, flexible y creativo orientado en la necesidad de la comunidad académica. El agilismo genera confianza, posibilita la entrega oportuna de los servicios, crear satisfacción y ambientes atractivos, promueve la comunicación asertiva con soluciones agiles a los problemas de los usuarios y genera compromisos permanentes con la comunidad. El agilismo sirve para dar respuestas rápidas con calidad y excelencia.

Creemos en la educación como un derecho el libre acceso al conocimiento. La democratización exige excelencia y calidad en los procesos de aprendizaje, comparte el conocimiento de manera incluyente, abierta y autónoma, crea comunidades y redes aprendizaje, forma competencias y habilidades para generar desarrollo sostenible y sustentable, genera conciencia ambiental, incremente el pensamiento sistémico en el aprendizaje y procura el impacto social en las comunidades. La democratización hace posible la movilidad y apropiación social del conocimiento.

La asumimos como una filosofía organizacional, caracterizada por la adaptación, comprensión y satisfacción de las necesidades de la comunidad académica, enfocada a la generación de experiencia positivas del servicio.

La entendemos como la capacidad humana para movilizar la organización con vehemencia; la pasión inspira, motiva, transforma vidas, mueve a los colectivos hacia el bien común y crea comunidades. La pasión sirve para superar dificultades, alcanzar las metas, impulsar a la acción y dar sentido a lo que hacemos.

Asumimos al ser humano como hijo de Dios; y como tal lo reconocemos por sus dones y carismas que lo hacen una persona solidaria, libre, ética, comprometida con el cuidado del medio ambiente y en constante actitud de servicio, para que contribuya en la construcción de una sociedad más justa, reconciliada y en paz.